Aquí un poema que invita a reflexionar sobre uno de los conceptos vertebrales de Libra: el discernimiento. Subyace en los versos el sentido del trabajo de Saturno como regente de Libra, es decir al desarrollo de la capacidad de observar y medir, para poder distinguir, y así tomar la decisión que en cada caso acerca al alma. Distinguir, sopesar, afinar y volver a valorar…
La culminación del poema hace referencia al otro regente del signo, Venus.

Hay una licencia artística en el primer verso, si somos estrictos deberíamos decir que somos consciencia experimentando el tiempo.

EL TIEMPO 

Somos tiempo, experimentando
el tiempo.
Quizás la vida sea el aula
el maestro el tiempo,
y el aprendiz
aquel que un día
llega a ser maestro.

¿Cómo sería reconocerlos?

¿Cómo sería ser consciente
de los distintos tiempos?

Hay un tiempo de esperar
uno de avanzar, uno de saltar
uno incluso, de saltar sin puente
y uno no tan fácil, el de retirarse a tiempo.

Claramente hay momentos de hablar
preguntar,  confesar, comentar, susurrar
y momentos de callar,
guardar confidencias en el cofre de la discreción
silenciar peros, que perturbarían el lago
mandar la crítica a sentarse
como un perro educado.

Hay momentos de enfadarse
y si no fue justo el enfado,
hay una eternidad para disculparse.

Hay un tiempo para el orgullo,
ese encerrarnos en la razón que no tenemos
que rasga el odre del tiempo
derramando la vid.

Hay un tiempo, en que el tiempo obstinado y bruto
de ignorar que ignoramos
se fractura
y por las rendijas de ese minuto santo,
penetra la luz, que nos consagra a aprender.
Hay un tiempo de faroles rotos, el de la culpa
un cirio de sándalo para el perdón
ese dejar pasar el pasado
que da alas a la reconciliación.

Hay tiempos de soledad
tiempos de estar solo
tiempos de compañía y comunión.

Hay un tiempo de tejer sueños
y hay incluso un día
de cumplirlos e hilvanarlos al cielo.

Del amor no hablemos,
no hay un tiempo para el amor…
No, no.
El amor es el señor de todo tiempo
o no es amor.

Quizás la vida sea el aula
el maestro el amor,
y el aprendiz
aquel que un día
llega a ser maestro.

Isabella Di Carlo
Set 2017