BUEN DUELO

Un duelo bien resuelto aumenta la resilencia y la capacidad de amar.

Salvo contadas excepciones la pérdida de un ser querido ocasiona un largo período de dolor,  y puede incluso debilitar de forma indefinida. Cuando uno se ha debilitado, normalmente se acostumbra a ello, lo considera normal, inevitable o ni siquiera lo ve del todo, sin embargo un duelo bien resuelto aumenta la resilencia y la capacidad de amar.

Un debilitamiento que va más allá del primer año  en realidad habla de que el duelo no está bien resuelto. La muerte de alguien amado y necesario, no tiene porque debilitarnos a largo plazo, de hecho puede fortalecernos. Puede ampliarnos la visión, puede llevarnos a preguntas existenciales y respuestas inspiradoras, puede hacernos vivir espiritualmente, puede permitirnos amar más y mejor.

De todas las técnicas que he conocido, hay una que destaca por su capacidad transformadora, en mi experiencia es un éxito el 100% de las veces. Se trata de  un  procedimiento dentro de la AONC ( Auto Observación Neutra Consciente) específico para el duelo. Permite procesar todos los sentimientos, sean de rabia culpa, tristeza, desesperanza,  impotencia o desesperación. Permite la reconciliación con el que ha partido, con Dios, con la vida y con el futuro. Permite sentir que la presencia, la unión íntima, permanece y que la mejor forma de honrar la memoria del que partió, es ser feliz.

Asimismo hay varias combinaciones de Homeopatía y Esencias florales que prestan una ayuda de valor extraordinario.

Un duelo bien resuelto aumenta la resilencia y la capacidad de amar.