Cuando la muerte llegue
no llegará sin más
se anunciará despacito
y escucharé el susurrar,
con mimo
le abriré el ventanal.

Pondré los más bellos cojines
en la mecedora
y jazmines en el mejor jarrón de cristal.

Encenderé sándalo
y cirios nuevos
para que se quede a charlar.

Cuando descanse
saldré yo por el mismo ventanal,
volveré a ver las estrellas
y escuchare las olas, una vez más.

Volveré a entrar despacito
sin perturbar su solaz,
tendré tiempo de llamarte
tendrás tiempo de llegar
podré decirte que te amo
a rebosar,
que con el alma entera te he querido
desde que cruzaste el portal.

Podrás ver la gratitud
desbordando mi mar.

Podré decirte que es mi hora
que lo cruzo en paz,
sentirás que ella es mi amiga
y no mi final.

Simplemente lo cruzo
una vez más.