Sri Krishna El Señor 

“Al renunciar a la objetividad, el discípulo recurre a la respiración, y relacionándose con ella se adentra en la cámara del corazón neutralizando las corrientes de vida opuestas, prana y apana. En la cámara interna permanece con samana prana y contempla en el puente de la nariz (el centro del entrecejo). Permanece así liberado de la objetividad y reside en el antahkarana.” GITA UPANISHAD – 5/27

Comentario:

Esta es la práctica que cada aspirante a discípulo puede recoger y practicar a diario para entrar en el antahkarana (que significa la morada interna de las prácticas). El hombre vive en bahirkaranas (que significa la morada de las prácticas externas), es decir, la mente, los sentidos y el cuerpo. Vive en esta morada externa para relacionarse con el mundo mundano. De esta manera da plenitud a su vida objetiva. Pero la vida objetiva de lo mundano termina en cada encarnación. El hombre tiene la facilidad de entrar en su morada interna donde encuentra los instrumentos para funcionar en lo sutil en el mundo supramundano. Igual que aprende a utilizar los otros instrumentos, como el cuerpo, los sentidos y la mente, también puede aprender a utilizar los instrumentos internos, que son la mente superior, el buddhi, que tiene acceso a la Voluntad Divina, el Amor y la Luz. La morada interna es mucho más hermosa, es sutil, iluminadora, y mucho más valiosa para que el hombre se relacione con ella. Sin duda que la vida externa también es hermosa y está construida de forma adecuada, pero de ninguna manera se puede comparar a la interna. Al desarrollar la capacidad de entrar en la morada interior y desarrollar la capacidad de utilizar los instrumentos internos, el hombre lentamente construye también un cuerpo interno que hoy se llama el cuerpo dorado o el cuerpo de naturaleza inmortal. Todo discipulado se supone que construye el antahkarana sarira o cuerpo sutil para vivir ahí.
 Krishna el Señor da en esta estrofa la técnica de cómo hacerlo. Los pasos son los siguientes:

Así se ocupa en su interior y a su debido momento entra en un mundo que está dentro del mundo.
Esta práctica permite contactar lo supramundano que construye un puente interno, llamado antahkarana. En estadios avanzados, oye, ve y siente el toque y el sabor del mundo sutil.
Krishna el Señor dice que estos se mueven en el interior (antara charinou) igual que el hombre se mueve en la objetividad. El antahkarana sarira permite el movimiento en el mundo sutil que recibe el nombre de antar charana.

  • Siéntate tranquilamente a diario en una postura apropiada. Asegúrate de tener la espalda vertical (en estadios avanzados puedes sentarte dos o tres veces al día).
  • Proponle a la mente quietud y tranquilidad. Y transmite esa tranquilidad a todos los miembros de tu cuerpo.
  • Suavemente, inspira conscientemente aplicando la mente a la inhalación. Viaja con la respiración conscientemente y observa el punto en que la inhalación da un giro en “u” hacia la exhalación. Y conscientemente, sal con la exhalación.
  • Que la respiración (inhalación y exhalación) sea lenta, profunda, suave y uniforme. Mediante la lentitud de la respiración la mente adquiere más equilibrio y paz. La respiración ha de ser suave en el sentido de que no se oiga ningún sonido procedente de la fricción en la garganta o del puente de la nariz. Que la respiración sea profunda y consciente. De esta manera el viaje de la mente en que está depositada la consciencia del hombre se relaciona con la eterna respiración en uno mismo.
  • Mediante este cuarto paso arriba mencionado, la consciencia depositada en la mente lentamente trasciende a la respiración eterna y avanza. Entonces puede sentir el giro en “u” de la inhalación como exhalación. Observar el giro en “u” permite que la consciencia experimente la pulsación, que es la fuente de la respiración.
  • Una práctica regular de la respiración tal como se ha explicado permite experimentar el principio pulsante en el centro del corazón. La consciencia siente mucho alivio, comodidad y tranquilidad permaneciendo ahí durante un rato. Mientas sigue ahí, la respiración se hace sutil y para todos los propósitos externos se entiende como regulación de la respiración. Esta regulación de la respiración se llama pranayama.
  • La respiración tiende a ser más sutil, la pulsación se hace más desta- cada y la consciencia reside allí. Lentamente, la visión interna ocurre de forma contraria a la visión objetiva, conduciéndote a la visión y el aspirante ve al principio vislumbres de luz y oye atisbos de sonido sutil.

Carta Circular de Vaisakh No.1 Ciclo 26