Sobrevuelas mi velero
en el casco, te siento espuma
en los cabos, te siento sal
en el viento, Ay! yo te siento!
y en su cesar te siento mar.

Susurras de sal un te quiero,
y no estás.
Y no es locura
no es desgarro
no es dolor,
no es ausencia
no es espera
¿es amor?
¿es ternura?

Es más bien un no-se-qué
más allá del amor y la ternura
al que se llega sin querer ir,
sin decidir,
sin oponerse,
ni consentir.

No te cuento lo que siento,
no es la mujer en mi quien ama así,
sin abrazo
sin caricia
sin presencia
sin ausencia
sin llorar,  ni saber
ni preguntar.

Ya había yo perdido mi edad
ni uruguaya, ni italiana,
tampoco española
ni de ningún lugar…
La profesión nunca fue lo que soy
ni lo que tengo, se confunde con lo esencial
Aún era mujer
en mi forma de amar,
desde ti
ya no más…

Escucho a San Juan
“Para ir a donde no se sabe
se va por donde no se sabe…”
Y no se sabe.